No desdice usted, señor director, del formato de gobierno despótico y negado al diálogo al que representa, que finalmente es el que ha dado pie a la masiva manifestación ciudadana en la que se encuentra inmerso el país. En gracia de discusión, permítanos ilustrar de la mejor manera la diferencia que existe en la calidad de funcionario público que usted ostenta, más allá del origen de su nombramiento, y es la que se inscribe en la obligación de respetar la Constitución y la Ley.